Capitulo 3

Capitulo 3

Sigo gritando como loca, esperando conseguir algo, pero lo único que consigo es que un agente de la paz venga y me dé un buen golpe en la cabeza, es tan fuerte que me tumba y tardo en recuperarme, me siento para ver mis heridas, porque el dolor me está matando, pongo mis manos sobre mi cabeza y noto que hay un liquido rojo en mi mano.

Después de varias horas de aburrimiento llegan dos agentes de la paz. Me llevan a otra habitación blanca, y cuando entro comienzo a ver fragmentos de lo que paso. Veo como el presidente Snow me miraba con odio, como  se sentían todos aquellos piquetes en mis brazos, el dolor de mi cuerpo y el dolor al escuchar las voces de mi familia, y recuerdo las rastrevíspulas. Me doy cuenta de lo que Snow estaba haciendo conmigo, como me manipulaba, como estaba deformando todos mis recuerdos. Así que decido comportarme como si no me hubiera dado cuenta de nada.

El entra en la habitación tal como lo esperaba y dice:

-Hola señorita Everdeen- como no espera que yo conteste le digo.

-Hola presidente Snow- el me mira con rabia y dice

-¿Cómo le ha ido?- la verdad no sé como contestar a eso, así que solamente guardo silencio.

- Bueno tenemos nuevos informes acerca de Peeta- endurezco mi cara para simular un poco, pero creo que es inútil –Bueno como lo suponíamos el está en el distrito 13, y ya descubrimos que los rebeldes lo están poniendo a trabajar.

-¿A qué se refiere?- y siento como si mi garganta se partiera en dos, pero lo provoca es el miedo que tengo hacia él. El continúa.

-Descubrimos que están transmitiendo pequeños “propos” que son como lo llaman, son cortometrajes que transmiten a todos los distritos, y lograron transmitir uno aquí también- El señala una pantalla.

La imagen comienza con imágenes de los soldados rebeldes y después se escucha la voz de Peeta que dice:

— ¡Pueblo de Panem, luchamos, nos atrevemos, terminamos nuestra hambre de justicia!- sé que es un dialogo que le asignaron, pero viniendo de la boca de Peeta, cualquier cosa es creíble, luego aparecen imágenes de él, con niños y adultos heridos, y también veo a Gale entre toda la multitud, pero no le pongo mucha atención. Veo como cortan y un sigo de sinsajo aparece envuelto en llamas.

Pienso en como el presidente no exageraba al decirme lo de la pequeña chispa descuidada, y odio decirlo pero le digo:

-Usted tenía razón- el solo asiente y se va, ya sé lo que pasara ahora así que como ahora se en parte la verdad me concentro en ella.

Entra al cuarto un hombre con una bata blanca y un portafolio, se lo que hay dentro, así que cierro los ojos para concentrarme en lo que pasará ahora. Me distraigo demasiado, tanto que cuando abro los ojos, tengo esposas en las manos y ya se lo que sigue. Cierro los ojos para concentrarme en la verdad.

Después de demasiado tiempo alguien me hace abrir los ojos y veo que estoy en una habitación completamente distinta y hay un estilista frente a mí el dice.

-Oh al fin despiertas, pensé que tendría que cargarte, y eso es imposible- el suelta una pequeña carcajada pero voltea a verme y se borra de su cara. –Deberías levantarte para que te ayude a darte un baño-

Me levanto y voy hacia una bañera que no había notado que estaba ahí, me desvisto sin ninguna pena lo que es muy raro en mí, pero noto que he perdido mucho peso y mis costillas sobresalen mucho de mi cuerpo, tengo unas espantosas heridas en las muñecas.

Me meto en la bañera y él me ayuda a restregarme el cuerpo con especias y cuando llegamos a mis muñecas noto que en el mismo momento en que el jabón toca las heridas un hormigueo recorre mis brazos. Después de lo que parece una hora, salgo de ahí y me envuelve en una toalla, me pone un vestido rojo, y trata de ponerme tacones pero no logro caminar en ellos y se conforma con unas zapatillas plateadas. Al dar una cara de aprobación me indica hacia un espejo.

Camino hasta allí y veo que el vestido me queda muy flojo, tengo los brazos huesudos y unas gigantescas ojeras en mi cara que no se logran ocultar con el maquillaje. Veo que dejo las heridas al aire, así que las miro y arqueo las cejas en su dirección.

El solo se mantiene en silencio y me mira con lastima. Pero cuando vamos en un ascensor él se acerca a mí y susurra –Snow- se que se ha arriesgado mucho al decirme esto, así que considero que esta de mi parte.

Llegamos al estudio de Caesar y en ese momento mi único objetivo es mantener la verdad, y no olvidarla. Oigo como gritan acción y el comienza:

-Aquí estamos con Katniss Everdeen- Alguien me empuja para que pase a sentarme a su lado, pero me es muy difícil caminar, y hay momentos en los que pierdo el equilibrio y él me ayuda con su mano en los últimos metros.

-¿Cómo has estado Katniss?-

-No muy bien- Muestro mis heridas, y trato de esbozar una pequeña sonrisa

-Oh eso no luce muy bien, pero creo que todos sabemos que me refiero a Peeta- me confundo un poco al escuchar su nombre, aunque se perfectamente quien es y todo.

-Oh-

-Bueno Katniss, primeramente ¿Qué opinas de los propos que han estado haciendo los rebeldes con Peeta?-

-Pues creo que lo conozco lo suficiente como para saber que lo están usando o mas bien a su boca-

-Bueno Katniss una última cosa, y dejaremos que tu le digas lo que quieras a Peeta- asiento

-Peeta no seas idiota al hacer lo que ellos quieren lo único que estás haciendo es- comienzo a decir muchas groserías y noto como se apaga la cámara y me dan un golpe tan fuerte que me tumba de la silla.