Capitulo 6

Capitulo 6

Cinna está frente a mis ojos. Al principio pone cara de incredibilidad, pero al acercarse un agente recupera su ceño fruncido. Puedo escuchar la voz del presidente Snow a través de un altavoz. El dice:

-Pueblo de Panem, esto es una muestra de lo que el capitolio es capaz de hacer, ante simplemente un puñado de personas que han desafiado al Capitolio.

Sé que se refiere a los equipos de preparación, ya que mi familia debe de estar muerta o debió de haber huido al bosque, muy lejos de aquí. Espero a que alguien llegue y se lleve a Cinna, aunque es lo que menos quiero, pero nadie llega, no pasa nada. En lugar de ello escucho unos balazos, pero él sigue frente a mí. Frente a nosotros, pasan los cuerpos inertes, siendo arrastrados.

He contado cinco, pero cuando pensaba que eran todos, uno sexto pasó, era una persona completamente igual a Cinna, voltee a ver su cara, y en lugar de la confianza que siempre irradiaban sus ojos, estos estaban llenos de horror.

Cuando levante la mirada, el presidente se materializo frente a mí, me aparte y le lance una mirada con odio y desprecio. Pero el solo me miro con rabia y con desprecio.

-Creo que nos servirá más vivo que muerto.

Me levante lo mas que pude e hice lo único que se me ocurrió, le escupí en el rostro y me lance a él, pero no logre hacerle mucho, ya que inmediatamente caí ante él, el me miro, saco un pañuelo, con el cual se limpio el rostro, e hizo una seña a alguien detrás de mí, inmediatamente sentí un grande y doloroso golpe en la cabeza.

Me despierto con unos gritos desgarradores. Tengo miedo de lo que me espera al abrir los ojos, si pudieron haber hecho eso con Cinna, tal vez pudieron haber tomado a mi familia antes de bombardear el 12. La voz es de una mujer joven, su voz me es familiar, pero no logro ubicarla con nadie de ellos. Con mucho temor, abro los ojos y cuando logro enfocar mi vista, me asusto con lo que me topo, Johanna Mason recibiendo dolorosas descargas, veo como se retuerce, seguido de el gran grito de dolor, lo horrible es ver cómo se retuerce, incluso parece como si no tuviera esqueleto.

Noto que estoy de nuevo en mi celda, y en la celda de Darius esta Cinna. Pasan horas hasta que dejan a Johanna, la chica rebelde ahora era una niña pequeña, acurrucada en la esquina de su celda. Cierro los ojos y cuando los abro ya es de día. Cinna esta golpeado en su celda, asi que supongo que lo dejaron asi mientras yo dormía.

Paso horas analizando lo que está pasando, pero al final siempre vuelvo a la confusión. Llega una gente y me lleva a arrastrando a una habitación. Ya se quien estará ahí.

-Hola señorita Everdeen, me parece que su amante no ha entendido el mensaje que hemos tratado de darle. Así que hemos decidido terminar con esto de una vez por todas- Noto que tiene marcas de rasguños en la cara, y se que fui yo quien las causo. ha tratado de maquillarlas pero solo logro que se notaran mas.

-¿A qué se refiere?

-¿No cree que lo dejaremos vivir? – Después de un largo silencio dice –Nos ha dado muchos problemas, mandaremos bombas al distrito 13, acabaremos con él y también con el resto de su familia- Esa simple frase fue como una apuñalada en el estomago.

Ya sé que cuando vengo a este cuarto pasa siempre lo mismo pero aun así pregunto.

-¿Saldré con Caesar?- El asintió y se fue.

Cerré los ojos para ver si podía bloquear las mentiras, y en especial el dolor, pero aun asi me pareció una eternidad, aunque en toda la tortura no aleje de mi el pensamiento de avisarle a Peeta. Cuando llegue a las celdas me arrojaron en lo que habrían la mia, le susurre a Cinna que me recordara el bombardeo al distrito 13.

En este momento todos están siendo torturados y yo siento como el veneno corre por mis venas, el dolor es increíblemente fuerte que no puedo evitar unirme al coro de gritos de dolor y sufrimiento.

Pero en este momento lo más importante es salvar a Gale y contra todo lo que aparezca también la de Peeta.