Capitulo 11
Me he despertado
en un lugar diferente, me es imposible abrir los ojos, no sé donde estaré, o lo
más importante donde estará mi familia o Gale. De repente siento un grave dolor
que comienza en mi hombro e inmediatamente sigue hacia el resto de mi cuerpo,
el dolor es tan fuerte que me hace gritar e incluso retorcerme, pero me es
imposible moverme mucho, por lo que siento contra mis muñecas y tobillos, serán
cadenas o al menos eso parece.
Dejo de moverme,
por un escalofrió que me recorre al escuchar una risa escarnecedora, de
inmediato recuerdo la voz tan familiar, y al mismo tiempo tan incómoda. La palabra
Snow se escurre en mis pensamientos.
-Creo que aun
cuando su memoria ha sido inútil para nosotros, ha logrado almacenar el odio
mutuo que tenemos.
El dolor seguía consumiendo
como fuego voraz, cada partícula de mi cuerpo, pero necesitaba escuchar lo que
me decía.
-Esta será una
de las últimas veces que nos veremos, o yo a usted, la dejo en sus manos.
Escuche el
sonido de una puerta cerrándose a un costado de mí.
Después de
sentir agua a través de mi cuerpo, sentir el fuerte olor de colonia y el dolor
de cera sobre mi cuerpo. Sentí como lograba al fin abrir los ojos, la persona
que tenia frente a mí se veía tan familiar, pero no pude recordar su nombre ni
su pasado conmigo, si es que había uno.
Me dedico una
pequeña sonrisa que se deshizo al no notar mi respuesta. Acerco a mí un espejo
de cuerpo completo. Llevaba un vestido verde hermoso, el cual tenía apariencia
de estar cubierto de hojas. Mi pelo iba peinado hacia un lado y una trenza cubría
la mitad de mi cabeza, haciendo que estese mantuviera en un solo lado. Llevaba unas
zapatillas a juego, y todo junto era la combinación perfecta.
-Esta será una noche
especial, y me dijiste que tu color favorito era el verde.
Solo asentí, de
inmediato las palabras del presidente Snow y las de este hombre encajaron
-Esta noche moriré.
¿No es cierto?
El hombre rompió
en llanto frente a mí, y asintió con la cabeza. No tardo en llegar un agente y
llevarme hacia lo que parecía una oficina, me aventó dentro y escuche el sonido
de un cerrojo a través de la puerta. De inmediato note que había otra presencia
aparte de mí en la habitación.
-Es hora de
terminar todo de una vez.
Note como de las
sombras salía un equipo de cámaras. Supe que yo era parte importante de algo, o
al menos lo suficiente como para que lo grabaran.
-Pueblo de Panem,
hoy terminaremos con la raíz del problema, y esta vez nada lo impedirá.
Volteo a verme,
yo lo mire perpleja, sabía que mi muerte no sería corta y seria dolora y
humillante. El se acerco a mí, el vestido dejaba mi espalda al descubierto.
-Ese vestido es
perfecto para lo que se necesita.
Sentí un fuerte hormigueo
en mi espalda, seguida de un dolor agonizante, no pude contar cuantas veces ese
látigo tocaba mi espalda. Después de mucho el dejo de lado eso, y pude sentir
como frotaba mi espalda con algo suave, pero el dolor que impartía era más
grande que la suavidad.
-No queremos que
tu vestido se ensucie.
Me golpeo, el
golpe no era muy fuerte pero yo no estaba preparada y Sali directamente hacia
el piso, sentí como su pie llegaba a mi estomago y después a mis costillas. Se detuvo
en seco.
No pude percibir
en realidad que era lo que pasaba, pero pude distinguir el sonido de una alarma.
-¡No puedo creer
que esto esté pasando de nuevo! Llévensela, y quiten eso ahora mismo.
Sentí como me
tomaban y me arrastraban, escuche disparos me dejaron en el piso, pero no sin
antes, un disparo llego a mi brazo. No podía levantarme, pero a lo lejos
distingui un cara familiar.
Gale
De inmediato me
levante y corrí hacia él, el noto mi presencia y de inmediato se acerco a mi
con sus brazos abiertos. Llegue y lo bese, pude sentir su boca tensa bajo la mía,
pero después se relajo. Cuando menos lo imagine mis pies no tocaban el suelo, y
mis piernas se encontraban enredadas alrededor de su cintura, el tenia sus
manos en mi cintura. Me separe un poco para decir.
-Te amo.
El efecto fue
inmediato, una sonrisa ilumino su cara y esta se contagio a la mía. Lo volví a
besar, esta vez el beso fue más larga, y pude disfrutar cada parte del, su olor
a mentas, las ondas de su cabello bajo mis manos, y a su vez en su cuello y por ultimo en los
fuertes músculos de su espalda.
El me bajo y
tomo mi mano, me sonrió y yo lo hice en respuesta. Me jalo para que lo siguiera
y caminamos por una serie confusa de pasillos. De repente hubo un silencio
paralizante y se apagaron las luces. Gale soltó mi mano por unos segundos, pero
de inmediato volvió a tomarla. Escuche como algo rodaba por el piso, y después
como mi cuerpo se iba, a la oscuridad paralizante y desconocida.
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