jueves, 27 de marzo de 2014

Capitulo 11

Capitulo 11
Me he despertado en un lugar diferente, me es imposible abrir los ojos, no sé donde estaré, o lo más importante donde estará mi familia o Gale. De repente siento un grave dolor que comienza en mi hombro e inmediatamente sigue hacia el resto de mi cuerpo, el dolor es tan fuerte que me hace gritar e incluso retorcerme, pero me es imposible moverme mucho, por lo que siento contra mis muñecas y tobillos, serán cadenas o al menos eso parece.

Dejo de moverme, por un escalofrió que me recorre al escuchar una risa escarnecedora, de inmediato recuerdo la voz tan familiar, y al mismo tiempo tan incómoda. La palabra Snow se escurre en mis pensamientos.

-Creo que aun cuando su memoria ha sido inútil para nosotros, ha logrado almacenar el odio mutuo que tenemos.

El dolor seguía consumiendo como fuego voraz, cada partícula de mi cuerpo, pero necesitaba escuchar lo que me decía.

-Esta será una de las últimas veces que nos veremos, o yo a usted, la dejo en sus manos.

Escuche el sonido de una puerta cerrándose a un costado de mí.
Después de sentir agua a través de mi cuerpo, sentir el fuerte olor de colonia y el dolor de cera sobre mi cuerpo. Sentí como lograba al fin abrir los ojos, la persona que tenia frente a mí se veía tan familiar, pero no pude recordar su nombre ni su pasado conmigo, si es que había uno.

Me dedico una pequeña sonrisa que se deshizo al no notar mi respuesta. Acerco a mí un espejo de cuerpo completo. Llevaba un vestido verde hermoso, el cual tenía apariencia de estar cubierto de hojas. Mi pelo iba peinado hacia un lado y una trenza cubría la mitad de mi cabeza, haciendo que estese mantuviera en un solo lado. Llevaba unas zapatillas a juego, y todo junto era la combinación perfecta.

-Esta será una noche especial, y me dijiste que tu color favorito era el verde.

Solo asentí, de inmediato las palabras del presidente Snow y las de este hombre encajaron

-Esta noche moriré. ¿No es cierto?

El hombre rompió en llanto frente a mí, y asintió con la cabeza. No tardo en llegar un agente y llevarme hacia lo que parecía una oficina, me aventó dentro y escuche el sonido de un cerrojo a través de la puerta. De inmediato note que había otra presencia aparte de mí en la habitación.

-Es hora de terminar todo de una vez.

Note como de las sombras salía un equipo de cámaras. Supe que yo era parte importante de algo, o al menos lo suficiente como para que lo grabaran.

-Pueblo de Panem, hoy terminaremos con la raíz del problema, y esta vez nada lo impedirá.

Volteo a verme, yo lo mire perpleja, sabía que mi muerte no sería corta y seria dolora y humillante. El se acerco a mí, el vestido dejaba mi espalda al descubierto.

-Ese vestido es perfecto para lo que se necesita.

Sentí un fuerte hormigueo en mi espalda, seguida de un dolor agonizante, no pude contar cuantas veces ese látigo tocaba mi espalda. Después de mucho el dejo de lado eso, y pude sentir como frotaba mi espalda con algo suave, pero el dolor que impartía era más grande que la suavidad.

-No queremos que tu vestido se ensucie.

Me golpeo, el golpe no era muy fuerte pero yo no estaba preparada y Sali directamente hacia el piso, sentí como su pie llegaba a mi estomago y después a mis costillas. Se detuvo en seco.

No pude percibir en realidad que era lo que pasaba, pero pude distinguir el sonido de una alarma.

-¡No puedo creer que esto esté pasando de nuevo! Llévensela, y quiten eso ahora mismo.

Sentí como me tomaban y me arrastraban, escuche disparos me dejaron en el piso, pero no sin antes, un disparo llego a mi brazo. No podía levantarme, pero a lo lejos distingui un cara familiar.

Gale

De inmediato me levante y corrí hacia él, el noto mi presencia y de inmediato se acerco a mi con sus brazos abiertos. Llegue y lo bese, pude sentir su boca tensa bajo la mía, pero después se relajo. Cuando menos lo imagine mis pies no tocaban el suelo, y mis piernas se encontraban enredadas alrededor de su cintura, el tenia sus manos en mi cintura. Me separe un poco para decir.
-Te amo.

El efecto fue inmediato, una sonrisa ilumino su cara y esta se contagio a la mía. Lo volví a besar, esta vez el beso fue más larga, y pude disfrutar cada parte del, su olor a mentas, las ondas de su cabello bajo mis manos, y  a su vez en su cuello y por ultimo en los fuertes músculos de su espalda.


El me bajo y tomo mi mano, me sonrió y yo lo hice en respuesta. Me jalo para que lo siguiera y caminamos por una serie confusa de pasillos. De repente hubo un silencio paralizante y se apagaron las luces. Gale soltó mi mano por unos segundos, pero de inmediato volvió a tomarla. Escuche como algo rodaba por el piso, y después como mi cuerpo se iba, a la oscuridad paralizante y desconocida.

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